Un prisionero en Brasil decidió fugarse de su celda, y su medio de escape resultó ser nada menos que la pequeña ventana por donde se entrega el alimento a los presos. Pero falló en su intento al no poder sacar la mitad de su cuerpo quedando atascado con medio cuerpo afuera.
Tuvieron que llegar los oficiales para ayudarlo a salir y regresarlo a la celda.