El Vaticano destituyó al obispo de Mallorca, Javier Salinas, luego que se revelara que mantenía una presunta relación sentimental con su secretaria. El Papa Francisco ordenó su traslado a Valencia como auxiliar.
Un diario español reveló que Salinas había mantenido una "relación impropia" con su secretaria, y que el esposo de la colaboradora del obispo comenzó a sospechar de la relación debido al gran número de horas que ella pasaba en el Palacio Episcopal y la cantidad de actos a los que acudía.
El esposo también descubrió que su mujer llevaba un anillo con las iniciales del obispo. Fue entonces que decidió enviar el expediente al Vaticano para denunciarlos a ambos.