Oliver Sánchez, el niño protagonista de la fotografía que dio la vuelta al mundo por pedir medicamentos para su tratamiento de cáncer en Venezuela, falleció tras varios meses de lucha.
El pequeño que se volvió en una noticia mundial tras la circulación de una foto suya sosteniendo un cartel con la frase 'quiero curarme', pasó sus últimos 10 días de vida en terapia intensiva tras haber asistido a varios hospitales donde no había cupo para atenderlo.
Diversos parlamentarios venezolanos lamentaron su muerte y con fotos con el rostro de Oliver, exigieron acciones al gobierno ante la crisis de salud.