Bélgica mantiene al máximo su nivel de alerta terrorista. Las calles lucen vacías y los militares vigilan cada rincón de la capital Bruselas. Los trenes tampoco funcionan por temor a sufrir un atentado.
Las autoridades planean reabrir las puertas de escuelas y universidades, así como reactivar el servicio de trenes en la ciudad el miércoles, mientras continúan en la búsqueda de Salah Abdeslam, uno de los principales sospechosos de haber realizado los ataques en París.