Una familia de origen peruano se ha hecho famosa en Nueva York después de que una cineasta plasmara su insólita historia en un documental que ya fue estrenado el mes pasado. Y es que la forma en que se desarrolló la vida de estas personas es realmente sorprendente y causa extrañeza a más de uno.
Resulta que Oscar Angulo, un peruano que era guía turístico del Cusco, conoció en Machu Picchu a Susanne, una hippy estadounidense que viajaba por Sudamérica. Ambos se enamoraron y se fueron a vivir en el Lower East Side de Manhattan en un edificio de viviendas de ayuda social. Hasta ahí todo normal. Lo llamativo es que esta pareja jamás permitió durante 14 años que sus hijos salgan de aquel departamento.
Sí, durante más de una década los 7 hermanos vivieron virtualmente aislados del mundo. Nunca asistieron al colegio, no salían a jugar en el vecindario y fueron educados por la madre dentro del hogar.
“Creo que la intención de nuestro padre era protegernos de los peligros y el crimen que él veía en el mundo exterior y nunca nos alentaron a comunicarnos con la sociedad", le cuenta Mukunda Angulo, una de las hijas, a la BBC. "Creyó que podía hacerlo manteniéndonos aislados y apartados de cualquier interacción con el crimen y peligros que estaban ocurriendo en el exterior", agregó.
Pero, ¿a qué se dedicaron durante todo ese tiempo? El cine se convirtió en la pasión de los hermanos Angulo y fue la conexión que los mantuvo unidos al mundo. En aquel departamento pasaron los días protagonizando sus propias películas, creando diálogos, utilería, etc.
"Las películas fueron nuestra ventana al mundo exterior" asegura Mukunda. "Fue una forma de mirar al mundo, es decir, las películas nos hicieron conscientes de lo que podía ocurrir en el mundo exterior".
Ahora gracias a un documental realizado por la cineasta estadounidense Crystal Mosselle, el mundo entero pudo conocer la increíble historia de esta familia. La cinta se titula "The Wolfpack", ("Manada de Lobos") y se estrenó en Nueva York el mes pasado.
Mosselle cuenta que conoció a los hermanos Angulo de casualidad, cuando éstos escaparon de casa hace algún tiempo. Y es que al parecer todo tiene su límite. "Lo que me llamó la atención fue lo increíblemente equilibrados que eran, lo inteligentes y bien educados. Me dijeron que todo se lo debían a su madre, que los había educado", cuenta la cineasta.
