ISON, el ‘cometa del siglo’, no sobrevivió a su acercamiento al sol y gran parte de su estructura se desintegró, tanto la su luminosidad se vio reducida en 100 veces, informó el Observatorio Astronómico Púlkovo en San Petersburgo, Rusia.
Los astrónomos confirmaron que el cometa no ha desaparecido por completo, pero que su paso cerca al sol ha originado que grandes bloques de piedras cósmicas se desprendan, los mismos que caerían a la Tierra el 31 de diciembre, sorprendiendo las celebraciones por año nuevo en todo el mundo.
"El 31 de diciembre, y también el período desde el 2 hasta el 4 de enero de 2014, podríamos esperar una intensificación de la actividad meteórica. Por su combustión al entrar en la atmósfera de la Tierra puede haber hasta un fenómeno espectacular como una lluvia de meteoros”, aseguró el organismo astronómico.
Sin embargo, han descartado la caída de un meteorito de gran tamaño, ya que la mayor parte de las rocas se desintegrarán al llegar a la atmósfera.
Por otro lado, informaron que la parte sólida de ISON desminuyó su velocidad y que cambió de dirección. Si este no se hubiera destruido, habría pasado a solo 65 kilómetros de la tierra, el 24 de diciembre.