Dicen que no es bueno reírse del dolor ajeno, pero es inevitable soltar una carcajada y más aún al nivel del mar. Y una playa parecer ser el lugar perfecto para pasar el rato aunque en ocasiones ciertas situaciones terminan muy mal, sobre todo cuando los juegos pierden lo divertido, y se convierten en dolorosos y hasta peligrosos.
En el mar la vida en más sabrosa, pero igual tome sus precauciones y sobre todo fíjese que no tenga una cámara cerca que registre un bochornoso momento.